miércoles, 8 de enero de 2014

LA COMUNICACIÓN: transmitir mensajes, pensamientos y sentimientos.


                                               (foto: google imágenes)

La comunicación es un fenómeno inherente a la relación que los seres vivos mantienen cuando se encuentran en grupo. A través de la comunicación, las personas o animales obtienen información respecto a su entorno y pueden compartirla con el resto.

El proceso comunicativo implica la emisión de señales (sonidos, gestos, señas, etc.) con la intención de dar a conocer un mensaje. Para que la comunicación sea exitosa, el receptor debe contar con las habilidades que le permitan decodificar el mensaje e interpretarlo. El proceso luego se revierte cuando el receptor responde y se transforma en emisor (con lo que el emisor original pasa a ser el receptor del acto comunicativo).

La inteligencia procesa los conocimientos. Según H. Gardner, el ser humano tiene siete tipos de inteligencia: verbal, matemática, espacial, musical, corporal, intrapersonal  e interpersonal. Todos disponemos de estas siete inteligencias, que son complementarias. Pero en cada persona prevalece una.
En la inteligencia intrapersonal se manifiesta la capacidad de comunicarnos.
Los tres componentes de la capacidad de influir en los demás son: la palabra, el tono de voz y el lenguaje corporal.
La comunicación es la más básica y vital de nuestras necesidades.  Lo que cada uno de nosotros pensamos es muy importante pero no suficiente para desarrollar una buena comunicación. Lo que realmente importa es que la mente tenga la capacidad de transmitir mensajes, pensamientos y sentimientos.
No solo se establece comunicación mediante las palabras. Antes que las palabras, para comunicarse bien se necesita formar una estructura que proporcione mas poder a la comunicación. Este poder esta representado por el tono de voz y el lenguaje corporal, es decir la postura corporal de los interlocutores.
En últimas investigaciones de la neurolingüística el porcentaje de la capacidad de influencia, de comunicación, en las personas es: lenguaje corporal 55%, tono de voz 38%, palabra 7%.

                                                      (foto: google imágenes) 


El lenguaje que genera acción

En comunicación se desperdicia  energía cuando el mensaje no produce ningún resultado, cuando no hay respuesta. Existe el lenguaje que genera acción, hacen que las cosas suceda; y existe el lenguaje que no genera acción: un comentario, una queja o el típico “diálogo sin escucha” que consumen energía y no producen nada.
Hay personas que utilizan el lenguaje que genera acción, y todos quieren estar cerca de ellas, pues siempre crean nuevas realidades. Y hay otras que se sirven de la comunicación para nada; son aquellas a quienes les encanta contar sus problemas, que se inventan intrigas o hablar por hablar.
La comunicación que genera acción permite motivar y estimular, suscitar el interés y entusiasmo necesarios para que algo suceda.
Cuando nos comunicamos con alguien, todo nuestro cuerpo habla. También es fundamental saber observar al interlocutor, percibir no solo de el las palabras. Saber observar los ojos de la persona con quien conversamos es prácticamente una forma de leer su pensamiento.

La comunicación es como un baile. Cuando uno de los interlocutores asume la postura del otro, ambos empiezan a pensar en los mismos términos y entonces la sintonía es plena. Y quien vea a la pareja bailando no sabrá quien lleva a quien, la música es la misma para los dos.



                                                                (foto: google imágenes)



Propiedades simples de la comunicación

Estas propiedades encierran consecuencias interpersonales básicas, Watzlawick las llama axiomas.

1.     No es posible no comunicarse: las personas siempre tenemos conducta, es decir es imposible no comportarse. Toda conducta en una situación de interacción tiene un valor de mensaje, es decir, es comunicación, se deduce que por mucho que uno lo intente, no puede dejar de comunicar. Actividad o inactividad, palabras o silencio, tienen siempre valor de mensaje: influyen sobre los demás, quienes a su vez, no pueden dejar de responder a tales comunicaciones, y por ende, también comunican.
2.     Los niveles de contenido y relaciones de la comunicación: una comunicación no solo transmite información sino que, al mismo tiempo, impone conductas. Bateson llama a estas dos operaciones aspectos referenciales y connotativos, respectivamente de toda comunicación. El aspecto referencial de un mensaje transmite información y, por ende, en la condición humana es sinónimo de contenido del mensaje. Por otro lado, el aspecto connotativo se refiere a que tipo de mensaje debe entenderse que es, y a la relación entre los comunicantes. El referencial transmite los “datos” de la comunicación y el connotativo cómo debe entenderse dicha comunicación.
3.     La puntuación de la secuencia de hechos: se refiere a la interacción entre comunicantes, una serie de comunicaciones puede entenderse como una secuencia interrumpida de intercambios. Quienes participan en la interacción realizan la puntuación de la secuencia de hechos. La puntuación organiza los hechos de la conducta y resulta vital para las interacciones en marcha. La naturaleza de una relación depende de la puntuación de las secuencias de comunicación entre los comunicantes
4.     La comunicación digital y analógica: la comunicación digital es aquella que transmite la información a través de símbolos.
Los símbolos comunicativos pueden ser lingüísticos o escritos, y existe un consenso significativo para cada símbolo. Este consenso se ordena bajo reglas y normas lingüísticas. La comunicación analógica es todo lo que sea no verbal: la postura, los gestos, la expresión facial, la inflexión de la voz, la secuencia, el ritmo y la cadencia de palabras mismas, y cualquier otra manifestación no verbal de que el organismo es capaz. Los seres humanos se comunican tanto digital como analógicamente. El lenguaje digital cuenta con una sintaxis lógica sumamente compleja y poderos pero carece de una semántica adecuada en el campo de la relación; mientras que el lenguaje analógico posee la semántica pero no una sintaxis adecuada para la definición inequívoca de la naturaleza de las relaciones.
5.     Interacción simétrica y complementaria: son relaciones basadas en la igualdad o la diferencia. En el primer caso, los participantes tienden a igualar especialmente su conducta recíproca, y así su interacción puede considerarse simétrica. En el segundo caso, las conductas de uno de los participantes complementa la del otro y recibe el nombre de complementaria. La interacción simétrica se caracteriza por la igualdad y por la diferencia mínima, mientras que la interacción complementaria esta basada en un máximo de diferencias. En una relación complementaria hay dos posiciones distintas. Un participante ocupa la posición superior o primaria mientras que el otro ocupa la posición correspondiente inferior o secundaria. Todos los intercambios comunicacionales son simétricos o complementarios, según que estén basados en la igualdad o la diferencia.
                                     
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*Bibliografía: -Teoría de la comunicación humana, Paul Watzlawick
                       - La comunicación eficaz, Lair Ribero


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